La demolición



No se explicaba lo que estaba sucediendo. De repente se sintió vacía. Esa ausencia de todo lo que siempre la había colmado, personas, objetos, la colocaban en una realidad aterradora.  ¿Qué estaba ocasionando esta situación? No lograba comprender. Ahora solo le quedaban los recuerdos, texturas y aromas de un tiempo que no volvería. Tendría que recomenzar, como ya lo había hecho en otras ocasiones. Volver a surgir de la nada, de la carencia que duele y lastima. A eso se disponía cuando los vio aproximarse. Sin respeto por su tristeza, sin notar siquiera la inquietud insoportable que le ocasionaban, comenzaron la tarea. Supuso que venían a ayudarla pero ese pensamiento duró apenas un instante. Un dolor insoportable laceró su costado mientras de diferentes ángulos le propinaban fuertes golpes. Iban desgarrándola poco a poco sin percatarse de aquello que acontecía en su interior. Lágrimas secas brotaron de su fuente y acompañaron la rápida caída. Entendió que ya nunca volvería a escuchar risas ni llantos. Ni siquiera sentiría ese amargo vacío. 
Ahora que se desangraba ladrillo a ladrillo, la casa exhalaba su último y polvoriento suspiro...


publicado en la antología "Amarillo" - SERseres ediciones - 2017 pág 120

Comentarios

Ale Amaya ha dicho que…
Pude sentir ese último suspiro, me encantó Adri!
Adriana Salinardi ha dicho que…
¡Gracias Ale por el comentario!

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